Ya os hemos comentado que no hay muchas zonas verdes por las calles con nombres valencianos del barrio de San Cristobal, por eso es un subidón cuando al doblar una esquina aparece una iniciativa de jardinería vecinal que ha reconquistado un parterre, un alcorque o un trozo de asfalto.
En la calle de Benimamet hay dos paterres que empezaron siendo mantenidos por los servicios de jardinería municipal, que tras el abandono institucional fueron tomados por la vecindad.
Uno de ellos está atravesado por dos arcos colonizados por plantas trepadoras, quizás una metáfora del triunfo ciudadano. En su interior conviven especies alóctonas como ailantos, plantas silvestres y aloes plantados por vecinas. Todo un reflejo de la multiculturalidad del barrio.
Preguntamos a dos vecinos que salían de los portales situados frente a los parterres si conocían a las personas que los cuidaban. Notábamos cierto recelo en desvelar su identidad, quizás pensaban que eramos técnicos del Ayuntamiento con el gatillo fácil de sancionar .
Les comentamos que eramos unos admiradores de la jardinería vecinal y sólo queríamos conocerlos para agradecerles su labor. A pesar de nuestro magnetismo personal no logramos contactar con ellos.
Deseamos que bajo ese arco del triunfo sigan desfilando plantas de múltiples orígenes y procedencias.